¿Sabéis cómo guardar los edredones y las sábanas sin que puedan hacer olor ni que se echen a perder?
Estas ideas de almacenamiento más confortables le llevarán al buen camino.
Las mantas van y vienen a medida que cambia el tiempo. Cuando el invierno se convierte en primavera, se puede cambiar ese edredón de plumas de oca con un edredón más ligero. Pero, ¿dónde y cómo se debe almacenar el exceso de ropa de cama mientras tanto?
Algunos de nosotros tenemos amplios armarios de ropa y otros deben ser más creativos con sus soluciones de almacenamiento. Os mostraremos como guardar edredones y mantas para preservar su calidad y ahorrar espacio en casa.
Tenga cuidado de seguir de cerca estos consejos de almacenamiento. De lo contrario, podría hacer que el envejecimiento de tejidos u olores muy difíciles de eliminar.
Lavar la ropa de cama
Cada vez que colocamos la ropa de cama en la lavadora, la tela se deteriora con la exposición al agua y jabón con el paso del tiempo. Es por eso, que solemos lavar las sábanas mucho más que los edredones o mantas. Las sábanas tocan directamente nuestra piel y son más propensos a recoger grasas, polvo, células de la piel, etc.
Sin embargo, es importante guardar la ropa de cama limpia. Asegúrate si los edredones necesitan un lavado completo antes del almacenamiento. Por ejemplo, si sólo guardas un edredón vintage en su armario de lino durante un mes o dos, tal vez es mejor dejarlo fluir y sacudir la tela al aire libre antes de guardarla para ahorrarla del estrés del lavado. También puede optar por limpiarlo en seco si hace tiempo que no se ha limpiado correctamente.
Cualquier sábana que esté sucia se debe limpiar antes de guardarlo. Es aún más importante asegurarse de que el tejido esté completamente seco antes de guardarlo. Cualquier humedad puede favorecer el crecimiento de moho.
Recordar estos consejos para lavar ropa de cama:
- Lavar la ropa de cama con agua fría en un ciclo delicado. El agua caliente excesiva puede degradar la tela. Utilizar una pequeña cantidad de detergente suave porque demasiado jabón deja la ropa rígida.
- Secar la ropa de cama en un secador suficientemente grande a temperatura baja o medio. Para asegurarse de que los edredones estén bien secados, utilice bolas de pelo que eviten que el tejido se agrupe.
- No sobrecargueis la secadora. Deje espacio en la ropa de cama para que el aire pueda esponjar. Secar las sábanas por separado y no llenar el secador más de la mitad.
- Retirar la ropa de cama del secador enseguida. Este paso le asegura que no guardar la ropa de cama con arrugas.
- Dejar secar ciertas sábanas al aire. Algunos tejidos pueden requerir secado al aire o absolutamente sin calor. En caso de duda, consulte la etiqueta.
Dejar respirar el tejido.
Este consejo es importante para las fibras naturales como la lana. El mejor lugar para guardar la ropa de cama es en las zonas abiertas donde el flujo de aire adecuado llega a la tela. Evitar las bolsas de almacenamiento de plástico que atrapan la humedad y sean viveros de moho.
Considerar las siguientes opciones de almacenamiento de ropa de cama:
- Bolsas de almacenamiento de algodón. Estas bolsas protegen contra insectos y polvo, pero permiten el flujo de aire. Si no teneis bolsas, envolver edredones y otras sábanas con sábanas de algodón antes de guardarlos.
- Perchas de edredón. Funcionan bien para colgar artículos como edredones de herencia y permiten que el aire pase por el tejido.
- Caja y tejidos sin ácidos. Esta opción es ideal para almacenar a largo plazo. Envolver el tejido entre cada capa para evitar que se formen pliegues y sangren del tejido.
Maximiza el espacio doblando.
Aprender a doblar la ropa de cama correctamente es un paso importante en el almacenamiento para que una manta plegada correctamente ocupará menos espacio. Aprender a plegar las sábanas y seguir leyendo para obtener otros consejos sobre ello.
Algunos edredones son voluminosos y difíciles de mantener juntos. Otros no se deben comprimir ni apilar. Una solución a este problema es enrollar la ropa de cama en una bola y atarla en su sitio mediante una cinta. Esta opción es ideal para que las mantas son más accesibles y no se verán aplastadas por el peso de otras mantas.
Hacer caer los edredones de manera floja y almacenarlos verticalmente evitará la compresión. No es recomendable comprimir los edredones de pluma. El exceso de peso puede dañar las plumas y crear bolas en el interior del edredón.
Consejos para guardar la ropa de cama:
- Utilizar bolsas de vacío. Funcionan bien para edredones sintéticos, de lana o de algodón. Si teneis un edredón de plumas, aseguraos de dejar un poco de aire dentro de la bolsa de vacío.
- Almacenar por peso. Si pliegais mantas y las colocais en un estante, mantener las mantas más pesadas en la parte inferior. No guardeis nada encima de los edredones.
- Almacenar las sábanas dentro de las fundas de almohada. Para mantener los juegos de sábanas unidos, podeis colocarlos dentro de la funda de almohada que coincida.
Mantenga las mantas frescas.
En caso de necesitar guardar la ropa de cama en una zona potencialmente húmeda, hay algunas precauciones que podeis tomar para mantener la tela fresca. Si las sábanas se encuentran en una zona del sótano, aseguraos de que tenga un deshumidificador suficientemente fuerte como para controlar los niveles de humedad.
Además, los contenedores herméticos pueden bloquear temporalmente la humedad en espacios de almacenamiento como el garaje. Sin embargo, se trata de una solución temporal para que el tejido se debe exponer al aire fresco para almacenarlo a largo plazo.
Esperamos que esta guía de almacenamiento de edredones os muestre cómo guardar los edredones y otros cauces correctamente
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